....Luego de trasegar por las montañas santan-dereanas, donde concibió la victoria de Peralonso y vivió la tragedia de Palonegro, y tras deambular por las ciénagas de la costa
Atlántica, desde donde buscó salida hacia Nicaragua y Acajutla, para ir a formar legión en el Cauca, el general Benjamín Herrera regresó al istmo panameño.
Allí escribió victoriosas páginas en Aguadulce, Veraguas y Ciudad de Panamá, en una marcha que sólo la amenaza de los cruceros estadounidenses y la presencia de sus marines lograron
impedir.
La guerra irregular en la que derivaron la mayor parte de los ejércitos liberales, no consiguió incentivarse con la victoriosa campaña de Benjamín Herrera en Panamá. El istmo estaba
demasiado lejos y los celos entre los generales eran demasiado grandes. La sombra de una derrota empezó a tomar los perfiles de un desenlace inminente.
Las derrota en serie que el general Florentino Manjarrés infligió al general Uribe Uribe, llevaron a éste a iniciar conversaciones tendientes a firmar
un tratado que pusiera fin a la guerra en el norte del País. Resuelto el problema que exceptuaba del indulto ofrecido en el decreto del 12 de junio de 1902, a quienes hubieran comandado
expediciones desde el exterior, éste depuso las armas el 24 de octubre de 1902, en los predios de la finca Nerlandia. Este acto que ponía
fin a la guerra en el norte, y la amenaza de los cañones estadounidenses en Panamá, llevaron a que Benjamín Herrera se decidiera por buscar la paz.
Conocido por los conservadores el deseo de Herrera de terminar el conflicto, se aceptaron los auspicios de los estados Unidos para iniciar conversaciones a bordo del acorazado USS
Winsconsin que, con sus amenazantes cañones, se encontraba fondeado frente a ciudad de panamá.
Al final, a bordo del citado acorazado, el día 21 de Noviembre de 1902, se firmó el tratado de paz que lleva su nombre. Firmaron por el gobierno Víctor M.Salazar y Alfredo Vásquez
Cobp, por el liberalismo Lucas Caballero y Eusebio A. Morales. Ratificaron Nicolás Perdomo y Benjamín Herrera.
Al final, a bordo del citado acorazado, el día 21 de Noviembre de 1902, se firmó el tratado de paz que lleva su nombre. Firmaron por el gobierno Víctor M.Salazar y Alfredo Vásquez
Cobp, por el liberalismo Lucas Caballero y Eusebio A. Morales. Ratificaron Nicolás Perdomo y Benjamín Herrera.
La guerra de los mil días había terminado. El país quedó lleno de tumbas, las familias enlutadas y rabiosas, la economía destrozada y el poder
del estado debilitado hasta el punto de que, entre los independentistas panameños y los fusiles de Teodoro Roosevelt, el itsmo empezó a transitar el camino para convertirse en una nueva república
.